Un día, por la mañana, el leñador fue a cortar un viejo árbol que había junto al río.
Pero en aquel viejo árbol vivía un duende que le pidió que no cortara su árbol a cambio de los tres deseos que él quisiera. El leñador aceptó y fue corriendo muy contento a decírselo a su mujer.
Su mujer se puso tan nerviosa que, como no tenían comida, sin pensarlo mucho porque tenía hambre, dijo en voz alta:
– “Me gustaría comer una gran salchicha”.
Entonces apareció una gran salchicha sobre la mesa y la mujer, enojada por el deseo tan tonto que había pedido, grito muy enfadada:
– “Ojalá que la salchicha se te pegue en la nariz”.
Y la salchicha se le pegó en la nariz al pobre leñador que, espantado con aquella salchicha pegada en su nariz, dijo:
– “¡Qué la salchicha se despegue de mi nariz!”.
Y la salchicha se cayó a la mesa y los dos se quedaron asombrados porque sus tres deseos se perdieron en nada provechoso, y tristes y callados se comieron la gran salchicha.
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Adaptación de un cuento recogido por Charles Perrault.
Adaptación de un cuento recogido por Charles Perrault.
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